Buenos días fiesterillos…
Nuestra entrada de hoy va dedicada a aquella maravillosa ley
no escrita que hace que, si quieres que algo salga mal, saldrá bien…pero si por
el contrario, quieres que algo salga bien, no tengas ninguna duda de que Murphy
hará toda la fuerza posible para que salga mal. Y es que, ¿Quién no ha oído
hablar de esta famosa norma? O peor aún, ¿quién no la ha sufrido alguna vez?
La ley de Murphy es famosa por ser no escrita aunque, en
realidad, se formuló de verdad. Su creador fue el capitán Edward Murphy,
encargado de comprobar cuál era la resistencia del cuerpo humano a la
aceleración y desaceleración. Los experimentos los realizaba a través de una
máquina de propulsión, primero con humanoides y después con personas. Cuando se
comprobaban los experimentos con figuras humanoides funcionaba, pero cuando un
conejillo de indias (un humano) aceptaba probar el experimento, terminaba en el
suelo con grandes molestias en cada uno de sus huesos, e incluso con alguno de
ellos roto. Es aquí cuando Edward Murphy concluyó con la famosa frase: “Si hay
alguna posibilidad de que algo termine en desastre, aunque sea la más mínima,
esta acabará ocurriendo”.
¡Maravillosa frase! Pues gracias a ti, guapito de cara, así
nos salen las cosas… que cuando crees que algo no puede salir peor, ni te lo
plantees, porque ya estará el magnífico Murphy para facilitarte las cosas…
Y es que, de repente, un día te despiertas y lo primero que
ves es el reloj diciéndote que todavía te quedan 15 minutos para despertarte… Esto
ya te molesta porque te has despertado de un sueño genial en el que eras
millonario y nunca más tendrás que ir a trabajar. Decides levantarte quince
minutos antes y afrontar la realidad de volver a la oficina. Te metes en la
ducha y el agua está más fría imposible, ya que en esos quince minutos que te
has levantado antes , se suele duchar tu compañero de piso y te ha dejado sin
agua caliente; es ahí cuando piensas “algo puede salir peor??” MAAAAL… ya te lo
has planteado y es hora de que venga Murphy a “mejorar” tu vida. Sales de la
ducha y te vas a vestir… ¡Dios! Se te olvidó poner ayer la lavadora y no tienes
ropa interior. Tendrás que improvisar, amigo/a. Aunque pensándolo bien… nadie
dijo que ésta fuera obligatoria de llevar, no…? “Solucionado” el obstáculo, vas
a prepararte tus deseadas tostadas, pero tu compañero de piso, que no le gustan
y nunca le han gustado, ha decidido que hoy se hacía dos y sólo queda una
rebanada para ti… Entonces piensas, “no Murphy, hoy no me vas a poner de mal
humor…”. Otra vez, MAAAAL… le has subestimado. Cuando estés untándote la
mantequilla, la única rebanada de pan que te queda, caerá en la parte de la
cocina más sucia de todas y no hace falta que te lo diga, lo estarás
imaginando: caerá por la parte de la mantequilla! Aquí no acaba tu maravilloso
día, porque con todos estos acontecimientos, terminas saliendo a la misma hora
de siempre y, qué pasa? Que te encuentras con un pedazo de atasco de quererte
morir y acabas llegando tarde a trabajar, a pesar de haberte despertado 15
minutos antes…
Sí amigo, así es la maravillosa ley de Murphy… Ya podría haber
creado una ley que nos beneficiara a todos. Pero entonces… a costa de quién se
reiría el graciosillo?
Y es que, a quién no le ha pasado, por ejemplo, que te
despiertas con una sensación de pureza que decides vestirte enterito de blanco
y… qué es lo que tienes de comer ese día? Macarrones! Bueno, serás cuidadoso. Pero
no… Murphy hará que termines con la ropa increíblemente sucia.
En cambio, si ese día te vistes del mismo color, pero con la
diferencia de que luego tienes tiempo de ir a casa a cambiarte, por lo que te
da igual mancharte, no te tocarán la ropa ni las migas de pan.
Un ranking de casos de Murphy con los que te sentirás muy
identificado (ya que Murphy ataca de la misma forma a todos, da igual la
condición, sexo o el dinero que tengas en tu cartera) es:
1. 1. Estás buscando algo que necesitas urgentemente,
por ejemplo un jersey… y qué vas a encontrar?? Lo que buscabas como loco la
semana pasada y que decidiste pensar que lo habías tirado a la basura, razón
por la que ayer te compraste otro exactamente igual. Entonces ya sabes que el
jersey que buscas hoy aparecerá la semana que viene… pues no! Ése sí que lo has
tirado de verdad.
2. 2. Llevas todo el día esperando una llamada
urgente… a última hora del día, pensando que es imposible que llamen porque
todas las oficinas están cerradas, decides meterte en la ducha. ¿adivinas lo
que pasa cuando enciendes el grifo?, ¿y cuando sales apresuradamente de la
ducha y llegas al teléfono? Has acertado!
3. 3. Vas al súper con muchísima prisa. Qué suerte! Una
caja casi sin cola y la otra medio llena… “qué tontos los que esperan la cola
larga” piensas tú. Murphy al final consigue que tu cola vaya más lenta que la
de al lado, y que llegues tarde a la cena con tus amigos.
4. 4. La puerta se cierra sola únicamente cuando
descubres que tus llaves no están en tu bolsillo…
5. 5. Tus manos están llenas de algo viscoso, por
ejemplo aceite o grasa… adivinas lo que viene después? Pues claro, te pica
tanto la nariz que terminas con la cara llena de grasa.
6. 6. Este va para las personas cuya pareja ronca…
Quién es el que se duerme primero siempre?? Adivínalo.
Pues sí, fiesteros…así de dura es la vida desde que Murphy
decidió pronunciar aquellas malditas palabras…
Pero no os preocupéis que os traigo una súper noticia…Hoy es
viernes! Y qué se hace los viernes?? Salir de fiesta! Para que Murphy no haga
de las suyas, asegúrate de tener una magnifica noche. Para ello utiliza el
servicio MidnightVIP, que te lo organiza todo!
Pues, lo dicho, a disfrutar del fin de semana y no lo
olvidéis: ¡Sonreíd, que mañana puede ser peor!
Feliz fin de semana!!!!
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